La alegría plena. Comentario para Matrimonios: Juan 15, 9-11

EVANGELIO

Permaneced en mi amor para que vuestra alegría llegue a plenitud.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».

Palabra del Señor.

 

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La alegría plena.

¿Cómo no permanecer en Tu amor Señor? Creemos en Tu promesa de que Tu amor permanecerá en nosotros y llevarás nuestra alegría a plenitud.

Aterrizado a la vida matrimonial:

La condición es cumplir los mandamientos:

1. Amaras a Dios sobre todas la cosas: Pedro y María, tienen claro que sólo así, se llenan de Su amor, se quieren más el uno al otro y se quieren más a sí mismos. Por eso no dejan ni un solo día la oración. ¡Nada nos separara del amor de Dios!

2º Respetar el nombre de Dios y respetar también todas las personas y cosas de Dios. Pedro y María tienen un sacramento, son esposos en Cristo, y respetan por encima de todo a Cristo en su relación. Imagínate cómo se tratan…

3º Necesitamos estar con Dios al menos domingos y fiestas, pero deseamos más. Pedro y María no permiten que haya otra prioridad mayor que esa. Acuden a la iglesia deseosos encontrarse con Él en familia. Descubren cómo Él los mantiene unidos.

4º Ama a tus padres, porque representan la Paternidad de Dios en la tierra. Pedro y María honran a sus padres a pesar de los errores que cometieron con ellos, porque de ellos recibieron la vida y la imagen de Dios, algo que nunca podrán devolverles.

5º Sólo Dios da y quita la vida. Pedro y María reconocen que su vida no les pertenece. Sólo Dios es el dueño de sus vidas. Tampoco critican a nadie, porque es una manera de robarle la dignidad que Dios les dio.

6º El mandamiento contra la impureza me enseña que lo que hago con mi cuerpo, lo hago con toda mi persona y no puedo pisotear mi dignidad. Pedro y María tratan su cuerpo y el del otro con muchísima delicadeza. Es el que les permite entregarse, quererse… ¡Es templo de Espíritu!

7º Ser justos con los bienes de Dios. Pedro y María, son justos y generosos con los bienes que reciben de Dios, son para utilizarlos en Su nombre.

8º Decir siempre la verdad y esforzarnos por vivir en la Verdad. Pedro y María quieren vivir siempre de cara a la verdad, por dura que ésta parezca.

9º Este mandamiento nos dice que no debemos pensar ni desear cosas inmorales. Pedro y María apartan inmediatamente los pensamientos que no son conformes a la palabra de Dios y así evitan muchas veces caer en la tentación.

10º Cuidado con lo que deseamos. Pedro y María no desean ya nada pensando en su propio beneficio, sino pensando en que el Reino de Dios llegue a este mundo para mayor gloria Suya.

En definitiva, todo se resume en Amar a Dios sobre todas las cosas y a mi esposo como Cristo me ha amado. Es como aquella frase de “Ama y haz lo que quieras”, porque no te vas a equivocar. Y si alguna vez no lo hacemos, pedimos perdón y volvemos a empezar.

La alegría de Dios está en Pedro y María ¿Qué más se puede pedir?.

Madre,

De los esposos, ruega por nosotros.

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