La admirada admiración. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 9, 43b-45

La admirada admiración.

Jesús se presenta a sí mismo como el Hijo del Hombre. Porque lo que viene es a humanizar al hombre. Nos invita a ser como Él, más humanos.

(Notas tomadas del comentario del Evangelio de P. David Caja www.reinadelapaz.tv)
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Jesús tiene muy claro que no tiene que triunfar según los criterios de este mundo. Tiene que triunfar por el poder de Dios.
Nosotros tendemos a creer que la forma de extender el Reino de los Cielos en este mundo es a base de conseguir la admiración general. Este deseo nos produce demasiados problemas. Nos fijamos demasiado en las cifras: ¿Cuánta gente nos sigue? ¿Cuánta gente va? Parece que lo está haciendo mejor el que consigue mejores cifras. Cuánto nos pierde la búsqueda de que hablen bien de nosotros, de no ser tachados de exagerados, de beatos, de piadosos.

Cuánto nos pierde la tentación de mundanizar nuestra vida personal y familiar para tener una buena crítica de los demás. Con esta mundanización perdemos los criterios evangélicos, los criterios de Jesús. Jesús dice “Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros.” (Lc 6,26)
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Buscaban a un dios espectacular, admirablemente poderoso, y se encuentran con un “Rey” manso y humilde, plenamente hombre, que viene a servir y no a ser servido y que debe entregar su vida.

No entendemos a Jesús. No entendemos sus caminos, y sin embargo, Él es el perfecto hombre. Él es el perfecto Esposo.

Siempre existirá el peligro de mundanizar nuestro corazón. La pregunta ahora es ¿Qué mundaniza nuestro matrimonio y nuestra familia? Por ejemplo, el ansia de dominar en nuestro matrimonio. ¿Quién no ha tenido la tentación de reclamarle más trabajo a su esposo/a? O por ejemplo, el interés por la educación de nuestros hijos en relación a los idiomas, deportes, cultura y el desinterés por reservar tiempo para su educación en la fe o para orar con ellos.

¿Quién no ha tenido la tentación de que le admiren? ¿Y de que admiren a nuestros hijos? Pues esta es la reacción de Jesús frente a la admiración: “-«Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.»” Haciendo referencia al momento más “bajo” de su vida en la tierra.

Metámonos bien en la cabeza que el único Santo, tres veces Santo, es Él, nuestro Señor. Él se educó en Nazaret, bajo la tutela de una Madre sencilla: “Nazaret es la escuela donde se comienza a entender la vida de Jesús: la escuela del Evangelio… Una lección de silencio ante todo. Que nazca en nosotros la estima del silencio, esta condición del espíritu admirable e inestimable… Una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe lo que es la familia, su comunión de amor, su austera y sencilla belleza, su carácter sagrado e inviolable… Una lección de trabajo. Nazaret, oh casa del «Hijo del Carpintero»… (Pablo VI, discurso 5 enero 1964 en Nazaret).

Tomemos nota, y no mundanicemos nuestra familia.

Oramos con el Salmo: Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.

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