Encontraremos la paz en Él. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 16, 29-33

EVANGELIO
Tened valor: yo he vencido al mundo

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 29-33
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: – «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios». Les contestó Jesús: – ¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

Palabra del Señor.

Encontraremos la paz en Él.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Cuando creemos que sabemos y entendemos, el Señor y nos demuestra lo lejos que estamos de la plenitud y la verdad de Dios. Y nos lo hace ver para que encontremos la paz en Él, sabiendo que Él sí está con el Padre y ha vencido al mundo. Así, “tampoco el misterio de la familia cristiana puede entenderse plenamente si no es a la luz del infinito amor del Padre, que se manifestó en Cristo” (Amoris Laetitia 59)

El matrimonio es obra de Dios, y es un misterio que nos sobrepasa. Ponemos algunos ejemplos: Nuestro matrimonio y nuestra familia, han sido “restaurados a imagen de la Santísima Trinidad, misterio del que brota todo amor verdadero” (Amoris Laetitia 63). ¿Quién conoce el misterio de la Santísima Trinidad del que somos imagen?. “…los esposos son consagrados y, mediante una gracia propia, edifican el Cuerpo de Cristo y constituyen una iglesia doméstica (Amoris Laetitia 67) ¿Quién comprende este misterio en plenitud?.

Necesitamos seguir descubriéndolo de la mano del Señor, permanentemente, durante toda la vida. Necesitamos vivir un itinerario permanente de fe, formación y vida, para ir poco a poco desvelar estos misterios que Dios nos ha dado la gracia de vivir. El Señor dice que no tengamos miedo de las dificultades, incluso si nos hemos dispersado y hemos abandonado al Señor. No me puedo acomodar, porque pueden venir otros siete demonios y será peor. Tengo que seguir luchando por llegar al Señor a través de mi vocación conyugal, confiando en que Él ha vencido al mundo. Encontraremos la paz en Él.

Madre:
Qué perdido me encuentro a veces. Cómo me inunda la oscuridad y la falta de esperanza. En otras ocasiones, me creo en posesión de la verdad y me aferro a mi autosuficiencia. A veces tan arriba, a veces tan abajo… Hoy vivíamos en la Eucaristía el milagro de Dios que se hace pan y se deja comer para hacernos parte de Él. Después de vivir eso ¿Qué más muestras de amor necesito?. El Señor nos ha llamado a su Proyecto de Amor, de santidad. No nos cabe la menor duda de que lo va a hacer posible. Alabado y bendito seas por siempre, Señor.

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