En las pruebas. Comentario para Matrimonios: Lucas 21, 12-19

EVANGELIO

Todos os odiarán a causa de mi nombre, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Palabra del Señor.

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

En las pruebas.

Los cristianos estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe, y en última instancia podemos estar llamados al martirio. Sin llegar a esos extremos, damos testimonio de la Verdad cuando somos capaces de pasar dificultades con alegría por amor a Dios o a nuestro esposo como respuesta a la vocación a la que nos ha llamado. En las situaciones fáciles no damos testimonio, pues esas las vive cualquiera. Son precisamente en aquellas que son complicadas de superar humanamente, en las que damos testimonio de que Cristo actúa por nosotros y que para Dios no hay nada imposible.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ana: ¿Sabíais que el padre de Juanjo estuvo enganchado a la pornografía?
Marta: Tuvo que ser muy duro de soportar para su mujer. ¿Y ella? ¿Qué hizo?
Ana: Marga al principio le machacaba a él porque se creía la buena de la película. Además, no le perdonaba sus infidelidades.
Marta: La reacción típica en estos casos, vaya. Y ¿Qué es de ellos ahora?
Ana: Se convirtieron, se enamoraron del Señor y después de mucha oración juntos y de trabajar duramente su matrimonio, hoy en día viven una comunión que ni ellos mismos se pueden creer. Mira, hablando del rey de Roma…
Marta: ¿Son esos de ahí?
Ana: Sí.
Marta: Es alucinante. ¡No me lo puedo creer! Si siempre se les ve super unidos. Tienen una relación envidiable.
Ana: Ellos reconocen que con sus fuerzas el cambio que han experimentado hubiera sido imposible, que Cristo ha actuado en ellos.
Marta: ¿Y sus hijos?
Ana: Son increíbles…
Marta: Jo, qué envidia.
Ana: Dios ha actuado, pero porque ellos se lo han currado también, desde luego.

Madre,

No podemos avergonzarnos del Señor y de su obra después de haberse entregado por nosotros y por nuestra salvación. Merece que estemos dispuestos a dar la vida por ser Sus testigos. Cuánto más, a superar las pequeñas cosas del día a día de nuestro matrimonio. Envíanos el Espíritu del Señor, para que nos dé la fortaleza necesaria y haga posible lo imposible. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *