Casa sobre casa. Comentario para Matrimonios: Lucas 11, 15-26

El Demonio te seduce para que vayas contra tu esposo/a y tu matrimonio sea un reino dividido. Tienes que llenar tu casa de Dios y ser perseverante, porque es lo único que salvará tu hogar.Avisos previos:

  • Anuncio en Granada: HOY 11 de octubre a las 20h en Parroquia Nuestra Señora de Gracia (Plaza de Gracia, 5)
  • Anuncio en Madrid – Alcorcón: 13 de octubre a las 12:30 horas en la Parroquia Santo Domingo de la Calzada (Salón Parroquial). C/ Los Pinos 9, Alcorcón – Madrid
  • Retiro en Sevilla: 18-20 de octubre. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1VR
  • Anuncio en Barcelona – Mataró: 21 de Noviembre después de misa de 20:00 h. en Santa Maria de Mataró – Carrer Sant Francesc d’Assís 25, Mataró – Barcelona
  • Retiro en Valencia: 29 nov – 01 dic . Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1WF
  • Retiro en Navarra: 13-15 de diciembre. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1Xg

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)

  • Retiro en Valladolid: 15-17 de noviembre
  • Retiro en Salamanca: 22-24 de noviembre
  • Retiro en Barcelona: 22-24 de noviembre

Para ver más pincha aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1

EVANGELIO

Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 15-26En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice:
«Volveré a mi casa de donde salí».
Al volver se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.
Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».Palabra del Señor.

Casa sobre casa.

Belzebú trata de que el hombre se autodestruya y provoca en el matrimonio eso que define Jesús como “Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa”. El Demonio me seduce para que vaya contra mi esposo creyendo que con ello defiendo mi dignidad y no me dejo pisotear, me hace creer en defender mis razones… Sin embargo, yendo contra mi esposo estoy yendo contra mí mismo, porque mi matrimonio será un “reino dividido contra sí mismo que va a la ruina y cae casa sobre casa”.Por el contrario, si echo demonios de mi matrimonio con el dedo de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a nuestro matrimonio. Puedo echar los demonios de mi orgullo, mi egoísmo, mi pereza, mi soberbia, mi falta de caridad, mi falta de misericordia, mi falta de delicadeza, mi falta de comprensión…

Aterrizado a la vida matrimonial:

Estaba el niño con el móvil todo el día. Su padre le quita el móvil bruscamente y lo lanza por el balcón, mientras le grita. El niño se levanta tirando la silla e insulta a su padre gravemente. La madre se mete por medio defendiendo al niño y el padre se enfurece aún más. Tira unas fotos de la familia que había en la alacena mientras agrede verbalmente a la madre, lleno de ira. La madre, Patricia, llama a su amiga María llorando, y le dice que su marido está desquiciado, que es una mala persona y que les está haciendo la vida imposible. La amiga le responde:
María: Por favor, créete que no es mala persona. No está desquiciado. El diablo se ha hecho fuerte en él. Tiene muchas heridas del pasado, presiones, no se siente querido ni admirado. Ha perdido su dignidad y sólo Jesús se la puede devolver. Tienes que hacer al Señor muy presente en tu casa.
Patricia: Ya pusimos al Señor y no ha servido para nada.
María: No es verdad, has dejado la oración desde hace semanas. No has sido constante y el demonio vuelve fortalecido. Tienes que llenar tu casa de Dios y ser muy perseverante en esto, porque es lo único que salvará tu hogar.
Patricia le hizo caso. Pasaron las semanas y parecía que el ambiente se iba tranquilizando. Pasaron los meses y se empezaba a respirar la paz en aquel hogar. Pasaron los años y se convirtieron en un matrimonio de Dios. El hijo respira un ambiente nuevo y se está llenando también del Espíritu Santo.

Madre,

Ya lo decía San Pablo: “El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia”. Quiero que mi matrimonio sea la cosa más bella del mundo. Ayúdame a construirlo con las armas de Dios. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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