Amor y Mandamientos. Comentario para Matrimonios: Juan 15, 9-11

EVANGELIO

Permaneced en mi amor para que vuestra alegría llegue a plenitud.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».

Palabra del Señor.


Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí
:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Amor y Mandamientos.

A veces se tiende a separar el amor de los mandamientos y las obligaciones. Cristo los une claramente en este Evangelio. Permanecemos en Su Amor si cumplimos los mandamientos. ¿Queda suficientemente claro? No es un tema sentimental lo que nos une a Él, sí es verdad que hay unos afectos, pero Él desea nuestra alegría y eso es sólo posible si hacemos lo que Él nos dice, si cumplimos los mandamientos.
Nuestro matrimonio tiene mucho que ver con esos mandamientos, porque es nuestra vocación, nuestra llamada al amor. No sé tú, pero yo ya he experimentado que si me distancio de mi esposo, me distancio de Dios y pierdo la alegría. Y viceversa. Y si estoy unido a mi esposo, me uno más a Dios y recupero la alegría. Esta es la manera de permanecer en Su amor, vivir mi matrimonio como Dios lo pensó.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Laura: Tengo tanto deseo de experimentar la comunión contigo… que haya empatía entre nosotros, que planifiquemos los proyectos juntos, que nos escuchemos y nos ayudemos mutuamente. Sin ti me falta la alegría, por mucho que rece, porque el Señor me quiere unida a ti.
Luis: Yo quiero, Laura. Pero hay veces que me traiciona la falta de paciencia. Hay otras veces que eres tú la que no cuentas conmigo… Otras, cuando me corriges me empeño en defenderme… Y noto que hiero tu corazoncito. Está claro que los dos queremos porque sabemos que cuando no estamos el uno en el otro, perdemos la alegría. De nosotros depende, porque por Dios no queda.
Laura: Ayudémonos, Luis. ¡Animémonos! Con ilusión. Seguro que acabaremos viviendo la comunión. ¡Seguro!
Luis: ¡Seguro!

Madre,

Gracias por querernos tanto. Gracias por Tu promesa de hacer posible nuestro matrimonio como Dios lo pensó. Intercede por nosotros para que permanezcamos en el Amor. Alabado sea el Señor que tanto nos ama.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *