¿A ti qué? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 21, 20-25

En lugar de compararme con mi esposo/a, he de mirar al Señor y lo demás dejarlo en Sus manos.

EVANGELIO

Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».
Al verlo, Pedro dice a Jesús:
«Señor, y éste ¿qué?».
Jesús le contesta:
«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?».
Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.Palabra del Señor.
Avisos:

  • Retiros en Madrid: 07 a 09 de junio y 12 a 14 de julio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos): Completos.
  • Retiro en Toledo: 14 a 16 de junio (Casa Diocesana “El buen Pastor”). Más información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1JT
  • Retiro en Córdoba: 21 a 23 de junio (Casa San Antonio) (Posibilidad de inscripción con hijos) Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1Lx
  • Retiro en Bilbao: 19 a 21 de julio (casa espititualidad Larrea) Infórmate e inscríbete aquí:http://wp.me/p6AdRz-1N0
  • Retiro de Palma de Mallorca: del 26 al 28 de julio. Infórmate aquí: https://forms.gle/mc8nacYhiTBmeGcV6

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)

¿A ti qué?

Sin querer tengo el mal hábito de compararme con mi esposo. Es lo que me produce la “tortícolis conyugal”, de tanto mirar para el de al lado, dejo de mirar hacia arriba y no sigo a Jesús. Suelo pedir cuentas sobre lo que mi esposo hace o deja de hacer, y Jesús me dice hoy: “A ti ¿Qué?” Tú sígueme. Él es Dios y Él es quien decide, quien le corresponde juzgar, Él perdona… Yo sólo te miro, Señor, y te sigo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marta: Le digo que rece la Coronilla conmigo y no quiere.
Matrimonio Tutor: Y ¿Por qué tiene que tener el mismo fervor que tú?
Juan: Le digo que trate a mis padres como yo trato a los suyos, y no hay manera.
Matrimonio Tutor: Y ¿Por qué tiene que actuar como tú?
Marta: Siempre le cuento yo mis cosas y él no me cuenta nada.
Matrimonio Tutor: ¿Y por qué tiene que ser tan expresivo y emocional como tú?
Juan: Es que quiere cambiarme. Parece como si no le gustase cómo soy realmente.
Matrimonio Tutor: ¿Y no te viene bien que te propongan mejoras?
Marta: Si cambiara un poquito, todo sería más fácil.
Juan: Si cambiara ella…
Matrimonio Tutor: Y en todas esas situaciones, al estar pendientes de lo que el otro hace y rumiándolo en nuestro corazón, no tenemos en nuestro corazón a Cristo ni estamos pendientes de nuestra misión. Eso es lo que consigue el Demonio, apartaros del amor acusando al otro o deseando lo que tiene y yo no tengo. Ahora, dejar de observaros tanto el uno al otro, observar a Jesús e imitarle. Veréis como oa va mucho mejor en vuestro matrimonio.
Marta y Juan: Tenéis razón. Nos estamos apartando del amor. Queremos mirar al Señor y lo demás dejarlo en Sus manos. Él sabrá qué hacer.

Madre,

Normalmente pensamos que no criticamos, juzgamos o somos envidiosos, hasta que hacemos algo que nos cuesta y el otro no, hasta que damos algo que el otro no da. Es un orgullo o una envidia muy sutil que se nos cuela. Pero el Señor nos anima hoy a mirarle a Él cuando tengamos esas tentaciones, y seguirle. Alabado sea el Señor, que conoce nuestros corazones y nos guía. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *