Un escalofrío me recorría. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 11, 20-24

El Señor me ha dado medios para conocer mi vocación. Un esposo que es Su hijo, que es amado por Dios, por sí mismo, que es mi Ayuda Adecuada, que es templo de Espíritu Santo.

EVANGELIO

El día del juicio le será más llevadero a Tiro y Sidón y a Sodoma que a vosotras
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 20-24

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

Palabra del Señor.

Notas: Próximas misiones.

  • Retiro en Madrid: 7, 8 y 9 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
  • Retiro en Madrid: 14, 15 y 16 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
  • Retiro Málaga y Mallorca en Málaga: 05, 06 y 07 de octubre. Casa Diocesana. Se abrirá el plazo de inscripción el lunes 23 a las 19h.
  • Retiro en Barcelona: 26, 27 y 28 de octubre (Casa de Espiritualidad María Inmaculada. Tiana).
  • Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón)
  • Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier)

Un escalofrío me recorría.

(Como siempre, se usa “esposo” para designar tanto el masculino como el femenino)
Al leer este Evangelio, he sentido un escalofrío que me recorría el cuerpo de arriba abajo: “¿Piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo”. Es cierto que he dejado muchas cosas por el Señor, pero Él me ha dado ¡Tanto…! Y me queda tanto por darle… Ese orgullo y esa dureza de corazón que sigo teniendo, bloquea la escucha de Dios sobre la misión que me ha encomendado, y me incapacita para llevarla adelante. Hoy el Señor me dice “No te confíes, sigue luchando con todas tus fuerzas”.

Y mi esfuerzo tiene que ir especialmente orientado a mi “primer metro cuadrado”. Mi esposo. ¿Qué me ha dado el Señor? Un esposo que es Su hijo, que es amado por Dios, por sí mismo, que es mi Ayuda Adecuada, que es templo de Espíritu Santo, un esposo sagrado. El Señor me ha dado medios para conocer mi vocación, la sacralidad del Matrimonio, el Sacramento de la Eucaristía para alimentarme de Él… ¿Estoy respondiendo a tal entrega? Con mis actitudes hacia mi esposo ¿Pienso escalar el cielo?

Tus palabras no son amenazas, Señor. Lo sé. Son palabras para empujarme a ser mejor esposo. No sé cuánta vida habrás decidido que me quede por delante, pero pienso esforzarme más, y más. Para Tu mayor Gloria!!

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marga: Paco, ¿Qué te parece si los viernes nos damos una vuelta tú y yo y así tenemos un ratito juntos?
Paco: ¿Los viernes? No puedo, tengo partido.
Marga: Le das más importancia al fútbol que a mí. Eres un inmaduro. Te importa más jugar que nuestra relación.
Paco: Marga, no te ralles. El deporte es bueno y es también importante…
Marga: Pues el sábado no voy con tus padres, que lo sepas.
(En la oración)
El Señor: Marga, quieres mejorar la relación con tu esposo, y vas contra él. ¿Hacia dónde crees que te lleva ese camino?
Marga: Es verdad, Señor. Perdóname.
(Al día siguiente)
Marga: Paco, perdona. Deseaba estar contigo y lo he hecho fatal. Me gustaría que pasásemos al menos un rato juntos a la semana. ¿Qué te parece?
Paco: Me parece muy bien, Marga. Perdóname tú también. Por ti, estoy dispuesto a renunciar al fútbol o a lo que haga falta.

Madre,

Dios me ha creado por amor, para amar. No hay nada más importante que nuestro camino hacia Dios, y el mío es el de la Caridad Conyugal. Ayúdanos Madre a ser fieles a nuestra vocación, a responder a tanto amor recibido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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