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Un matrimonio cristiano - Proyecto Amor Conyugal

¿Se asemeja? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 18, 1-19, 42

EVANGELIO

Prendieron a Jesús y lo ataron
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 18, 1-19, 42

C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo: Sigue leyendo

Dejando hueco. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15,26-16,4a

EVANGELIO
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15,26-16,4a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Palabra del Señor.

Dejando hueco.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Es el Espíritu de Jesús que nos envía el Padre. Cuando lo recibimos va guiándonos hasta hacernos vivir como Jesús. Para recibirlo es necesaria una actitud de escucha: Vaciarte de ti para llenarte de Él. Si no me vacío de mí, no cabe Él en mí. Podría oír el Evangelio de una manera superficial, pero de esa manera no causa ningún efecto. El Espíritu, o me va transformando en Cristo o no lo estoy acogiendo. En definitiva, cuando nos liberamos de todo: Criterios, apegos, orgullo, etc. cuando dejamos hueco al Espíritu Santo que Cristo nos envía, empezamos a dar testimonio de Jesús con nuestra vida. ¿Nos lanzamos ya?.

Una historia:
Pedro: ¿Venís el sábado a una barbacoa?
Juan y Marga: Pues mira, nos encantaría, nos apetece muchísimo, pero no podemos. Tenemos grupo de matrimonios.
Pedro: Pero ¿Qué hacéis en esos grupos?
Juan y Marga: Profundizamos en la verdad revelada por Dios sobre nuestro matrimonio.
Pedro: Menudo rollo… ¿Y si la hacemos el viernes?
Juan y Marga: No podemos tampoco.
Pedro: ¿Y eso?
Juan y Marga: Hemos quedado con un matrimonio que necesita ayuda.
Pedro: ¿Y el domingo?
Juan y Marga: No, el domingo vamos a misa en familia por la mañana y después dedicamos la tarde a estar juntos y tener después un rato de oración especial.
Amigo de Pedro: Pedro ¿Invitaste a Juan y Marga a la barbacoa?
Pedro: Sí, pero esos están obsesionados con las cosas de Dios y de la Iglesia. Todo el fin de semana, que si grupos, que si rezar…

Pero Juan y Marga han entrado en una nueva lógica, la de Cristo. Si te acuestas cansado por lo que te has entregado, es que has amado.

Madre,
Pídele al Señor que envíe su Espíritu sobre nosotros con más fuerza que nunca. Estoy abierto a lo que Él quiera hacer de mí. En Él confío, Madre. Si conociéramos el don de Dios… Alabado sea nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bienes materiales y espirituales. Amén.

La alegría de Dios en nosotros. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15, 9-11

EVANGELIO
Permaneced en mi amor para que vuestra alegría llegue a plenitud
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

La alegría de Dios en nosotros.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

¿Cómo permanecer en Tu amor Señor? Hoy nos lo dices: Guardando tus mandamientos. No son leyes sin más, son la clave de cómo amar de verdad para entrar en el Corazón de Dios y no salir para siempre, siempre. Veámoslas:

1. Amaras a Dios sobre todas la cosas: Pedro y María, tienen claro que sólo así, se llenan de Su amor, se quieren más el uno al otro y se quieren más a sí mismos. Por eso no dejan ni un solo día la oración. ¡Nada nos separara del amor de Dios!

2º Respetar el nombre de Dios y respetar también todas las personas y cosas de Dios. Pedro y María tienen un sacramento, son esposos en Cristo, y respetan por encima de todo a Cristo en su relación. Imagínate cómo se tratan…
¿Juramentos en nombre de Dios? no tenemos esa autoridad. Pedro y María saben que todo depende de Él, y le tienen un respeto enorme. ¡Solo Dios es Dios!.

3º Si amas a Dios deseas estar con Él y dedicarle el domingo y los días de fiesta de la Iglesia. Pedro y María no permiten que esos días haya una prioridad mayor que esa. Acuden a la iglesia deseosos encontrarse con Él, escuchar Su palabra en familia, con calma, alabarle, agradecerle. Descubren cómo Él los mantiene unidos.

4º Ama a tus padres, porque representan la Paternidad de Dios en la tierra y si no actuaron así, tienes que respetarlos igualmente, porque Dios quiso que te dieran la vida y te transmitieran Su imagen. Pedro y María honran a sus padres a pesar de los errores que cometieron con ellos, porque mucho más recibieron de ellos, tanto que nunca podrán devolvérselo.

5º Nadie tiene derecho, a quitar la vida a otro, ni a sí mismo. Pedro y María reconocen que su vida no les pertenece, porque ellos no se la han dado a sí mismos. Sólo Dios es el dueño de sus vidas. Tampoco critican a nadie, porque es una manera de robarle la dignidad que Dios le dio.

6º El mandamiento contra la pureza tiene más importancia de lo que parece, porque lo que hago con mi cuerpo, lo hago con toda mi persona, y afecta a todo mi ser. El cuerpo tiene un valor enorme, y es la capacidad de expresar a la persona. Cristo entrega Su cuerpo para salvarnos ¡Qué valor tan grande tiene! Que con él redime a la humanidad. ¿Qué hago yo con el mío?. Pedro y María tratan su cuerpo y el del otro con muchísima delicadeza. Es el que les permite entregarse, quererse… Es templo de Espíritu.

7º Ser justos con los bienes de Dios. No coger lo que no me corresponde. Pedro y María, son justos y generosos con los bienes que reciben de Dios, son para utilizarlos en Su nombre.

8º Decir siempre la verdad y esforzarnos por vivir en la Verdad. Pedro y María no quieren vivir mentiras, quieren vivir siempre de cara a la verdad, por dura que ésta parezca. Es mejor afrontarla y vivir una vida verdadera que vivir una vida falsa.

9º Este mandamiento nos dice que no debemos pensar ni desear cosas inmorales. El mal se cuela por los pensamientos y nos lleva a la acción. Pedro y María apartan inmediatamente los pensamientos que no son conformes a la palabra de Dios y así evitan muchas veces caer en la tentación.

10º Cuidado con lo que deseamos. Cada cosa que Dios nos da, tiene destinada una tarea para construir su Reino. Pedro y María no desean ya nada pensando en su propio beneficio, sino pensando en que el Reino de Dios llegue a este mundo para mayor gloria Suya.

En definitiva, todo se resume en Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Es como aquella frase de “Ama y haz lo que quieras”, porque no te vas a equivocar.

Y si alguna vez nos salimos de esta ley del amor, volvemos a ella pidiendo perdón a Dios en la confesión y a la persona que hemos herido, con la ilusión de la oportunidad que Dios nos da de empezar de nuevo.

La alegría de Dios está en Pedro y María, porque luchan por hacer todo esto ¿Qué más se puede pedir?.

Madre de los esposos: Ruega por nosotros.

Ceniglesia. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 6, 44-51

EVANGELIO
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 44-51

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
– «Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: «Serán todos discípulos de Dios.» Todo el que escucha al Padre y aprende viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».

Palabra del Señor.

Ceniglesia.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

“Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado”
El Rey organiza una ceremonia para buscar una esposa para su Hijo. Pero nadie tiene la oportunidad de desposarse con Él si no ha sido invitado, así que, a petición del Hijo que se siente especialmente atraído por una de las más humildes y necesitadas doncellas, ordena enviar una invitación a todas las mujeres del pueblo: Ricas, pobres, justas e injustas…

Ceniglesia es una hermosa moza, a la que han creado mala fama. Digamos que no la consideran digna de asistir al baile. Tuvo un encuentro con el Rey hace tiempo, pero cometió varios errores en con Él que el Hijo debería enmendar, para restaurar su imagen ante el Rey y que éste aceptara su relación con ella.

Al lado del Hijo del Rey, Ceniglesia era pobre y miserable. No merecía tal Esposo. No tenía un traje digno para acudir al baile. Pero había alguien, la Madrina que había recibido poderes especiales e intervendría para engalanarla. Así que utilizó el Pan del cielo para transformar los sucios y rotos ropajes de Ceniglesia en el más hermoso y reluciente vestido jamás visto. Una hermosa carroza guiada por Santos, Ángeles… y la propia Madrina, llevaron aquel carruaje hasta el lugar donde se celebraba el baile.

Allí bailaron el Hijo del Rey y la doncella Ceniglesia y encandilaron al Rey que decidió acceder al casamiento y hacer a Ceniglesia heredera del trono real, junto con su Hijo.
Y vivieron felices… para toda la eternidad.

Y la moraleja del cuento: Nuestra fe es una relación de amor. Dios nos atrae. Sí, como cuando nos enamoramos. Una fuerza superior a nosotros nos atrajo hacia aquel chico o aquella chica. Esa fuerza superior, nos atrae hacia Él. Y nos llama a ser parte del cuerpo del Señor, a través del Pan de su Cuerpo. Ya no actuamos como queramos, somos la Esposa que se deja llevar en el baile con el Esposo. Tenemos que actuar según Él, que es la cabeza de todos nosotros. Su Pan va transformando nuestros sucios ropajes y nos va engalanando para el día en que bailemos con Él ante el Rey y nos desposemos para toda la eternidad.

¿Y qué hay del zapato de cristal?. Es nuestro esposo, aquel con quien contrajimos matrimonio en la tierra. Gracias a él, el Hijo nos encontrará, porque sólo él está hecho para mí. Sólo él encaja conmigo. Esta vez, lo cuidaré mejor, para no perderlo.

Madre,
Qué poco merecíamos y cuánto hemos recibido. A pesar de nuestra pobreza, nuestro Esposo se enamoró de nosotros y nos invitó al baile. Qué alegría. Bendito seas por siempre, Señor.

Por lo que vendrá. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 7, 7-12

EVANGELIO
Todo el que pide recibe
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los profetas».

Palabra del Señor.

Por lo que vendrá.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Dice el Papa Francisco que la misericordia de Dios no es grande solamente por lo que nos perdona, sino también por el tamaño de Su generosidad.

En cierto modo, Jesús quiere hacernos caer en la cuenta de que no hay nadie más generoso que Dios. Podemos pensar en el mejor de los amigos, en el mejor de los padres, y siempre el Padre será infinitamente más generoso. ¿Por qué no contar más con Él?

Puede que no pidamos porque en el fondo pensemos que no lo necesitamos, o que nos las arreglaremos mejor por otros medios, y esto es por falta de humildad, sencillamente. Si fuésemos capaces de entender el gran abismo que nos separa de Dios, entenderíamos el gran abismo que hay entre nuestra generosidad y la Suya, entre nuestra capacidad y la Suya. Calculemos este abismo para comprender mejor ante Quién estamos.

En el matrimonio, debemos seguir también las 3 pautas que nos marca hoy Cristo: 1º Pedir, que es orar por nuestro matrimonio ¿Lo hago todos los días? 2º Buscar la verdad del matrimonio, descubrirla de la mano del magisterio de la Iglesia ¿Me estoy formando sobre este misterio de Dios? Y 3º Llamar, es una llamada a la acción, a tomar medidas, a esforzarme por vivir esa verdad con mi esposo ¿Me estoy esforzando?.

Seguro que el Señor escuchará nuestra oración, nos revelará la verdad de Su voluntad para nosotros y nos abrirá las puertas de Su reino.

Madre,
He visto la generosidad del Padre en la Creación, en la dignidad que nos ha querido dar, en tantos dones…, pero entregar a Su Hijo por mí, eso ha sido tanto… ha sido amarnos a cada uno hasta el extremo. No puedo dejar de confiar en Él. No me olvidaré de confiar siempre primero en Él, mucho antes que en mí o en cualquier otro. A Él gloria y alabanza por los siglos. Padre, gracias también por todo lo que vendrá. Amén.