Dios, ¡Qué oferta! Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 10, 28-31

Si en mi matrimonio renuncio a muchas cosas por amor, el Señor me dará todo lo que necesito. Señor, yo me ocupo de tus cosas, ocúpate tú de las mías.

EVANGELIO

Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 28-31

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús:
«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo:
«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más – casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones -, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».

Palabra del Señor.
Avisos:

  • Anuncio en Mérida: 29 de marzo a las 20h en la Parroquia de San José, Calle Publio Carisio, 41. Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1Bx.
  • Anuncio en San Sebastián: Día 7 de abril a las 19h, en El Buen Pastor. Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1D0

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)

  • Retiro en Cádiz (Chipiona): (Inauguramos ciudad!!!) 10-12 de mayo, Santuario de Regla.
  • Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio. (Posibilidad de inscripción con hijos)
  • Retiro en Madrid: 07 a 09 de junio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos)
  • Retiro en Córdoba: 21 a 23 de junio (Casa San Antonio) (Posibilidad de inscripción con hijos)
  • ¿Retiro en Vigo?: Sondeo para abrir la posibilidad de hacer un retiro. Si te interesa, inscríbete. Una vez visto si hay demanda en la zona, nos pondremos en contacto con vosotros: https://goo.gl/forms/591yixYDxZGyarB82

Adoración por los matrimonios:

  • En Madrid (Las rozas) 2os viernes de mes. Parroquia Ntra. Sra. de La Visitación,
  • En Pamplona por los matrimonios: 3os jueves de mes en Santa Maria la Esperanza de Doniantzu

Dios, ¡Qué oferta!

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

No se trata de dejar muchas cosas y hacer muchos sacrificios, sino de seguir a Jesús. Esto es, hacer lo que Él hizo: Entregarse por amor.

Puede que hagamos muchas cosas al día que nos cuestan mucho esfuerzo, pero que amemos poco en ellas. Pongamos algunos ejemplos: Las dietas, el ejercicio, ordenar, limpiar, crecer profesionalmente, corregir a los hijos… Si no lo hago con amor, no sirve. Es más, puede ser contraproducente puesto que esté alimentando mi vanidad, mi orgullo, apegarme a mis manías, etc. Hacer algo por amor, es siempre “para alguien”. Por tanto, si hago una dieta tengo que preguntarme ¿por amor a quién?. O si me esfuerzo en tenerlo todo muy ordenado en casa ¿Por amor a quién?, o si corrijo a mis hijos ¿por amor a ellos para llevarlos a Dios?… no vaya a ser que me esté dejando llevar por mis manías… En cambio, si dejo muchas cosas por amor, el Señor me dará todo lo que necesito. Señor, yo me ocupo de tus cosas, ocúpate tú de las mías.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marta: No puedo ver la casa así. Me entra un agobio tremendo… pero a mi esposo le gusta dar un paseo por el campo los sábados, y si no nos vamos ya, no va a dar tiempo antes de comer, así que ¿sabes qué te digo? Que así se queda todo. Ya lo recogeré a la vuelta.
Jaime (Esposo de Marta): Mañana me toca correr, porque me estoy preparando para la media maratón del mes que viene, pero me he dado cuenta de que mi esposa necesita atenciones, que la tengo un poco descuidada. Así que, a freír monas la media maratón. Tengo una misión más importante que hacer.
Marta: Estoy a dieta, pero mi esposo me dice que estoy demasiado delgada. A mí no me lo parece, pero, como lo importante es gustarle a él, se acabó la dieta!!
Jaime: Iba a decirles a los niños que dejasen de gritar, porque molestan. Pero me he dado cuenta de que no es un pecado gritar, por eso no van a dejar de ir al cielo. Son niños y se lo están pasando pipa, así que, aunque me molesten, que sigan jugando y se diviertan. Mira, igual, dejo lo que estoy haciendo y me uno a ellos…
Marta: Mi madre me ha dicho que vayamos a comer, pero Jaime quería ir a ver a sus padres que hace más tiempo que no los vemos. Sé que le sentará mal a mi madre que le diga que no, pero lo importante es agradar a Jaime.
Jaime: Estoy entusiasmado con proyecto laboral. Pero estoy llegando demasiado tarde a casa y eso no puede ser. Mi esposa lo primero.
(Y Jaime y Marta recibieron cien veces más en esta vida. No hay más que ver cómo se miran.)

Madre,

A nosotros, los esposos, nos toca dejar atrás padre y madre, muchas comodidades y muchos caprichos. A veces también hemos renunciado a cierto apego a los hijos para dar prioridad a nuestro matrimonio. Todo ello, por seguir a Jesús, el Esposo. Pero sabemos que Dios cumple su promesa, y aunque con cruces, nos dará el ciento por uno en esta vida. Alabado sea por siempre.

Un comentario en “Dios, ¡Qué oferta! Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 10, 28-31

  1. José Luis Gil Hidalgo

    El matrimonio no debe encerrarse en sí mismo y en su propia familia, Jesús es muy claro a la hora de decir las cosas y explicarlas. De igual modo que en el evangelio de ayer nos pedía ser desprendidos y no estar atados al dinero ni las cosas materiales (si lo pensamos bien, muchas veces actuamos de manera que nunca es suficiente para nosotros y nuestra familia mas cercana), sin embargo, hoy lo que nos pide, es dar un paso más, que no estemos atados o encerrados en la propia familia, que las personas (o matrimonios) no excluyamos al resto de seres que no se encuentran en nuestro entorno mas cercano y compartamos el amor y dedicación que nos pide como discípulos suyos. En otras palabras, que no estemos tan centrados en nuestra propia familia ni en nuestros hijos hasta el punto de que ellos constituyan toda nuestra existencia, como en tantas ocasiones sucede.

    Jesus nos enseña y nos pide con meridiana claridad que abramos nuestro matrimonio, nuestra casa y nuestra familia al mundo, para hacer a todos participes del amor que Él nos entrega, pues es entonces cuando ganamos muchos mas hijos, padres y hermanos….

    Un buen ejemplo lo encontramos en Abraham, quien no se reservó para sí ni a su propio hijo y Dios le entregó una descendencia innumerable. Pero el mayor ejemplo de todos lo tenemos en nuestro propio Padre y Señor quien nos amó hasta tal punto que nos entregó su propio hijo para nuestra salvación.

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