¿A cambio de qué? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 17, 7-10

EVANGELIO

Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10

En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
«En seguida, ven y ponte a la mesa»?
¿No le diréis:
«Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú»?
¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
«Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer»».

Palabra del Señor.

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¿A cambio de qué?

Hablemos del “merecimiento”. Me cuesta cumplir los mandamientos, pero es que, cuando me acerco a lo que Dios me pide, parece que le exijo un cambio a mejor en mí y en mi situación.

Él es el dador de todo, y mi misión es hacer lo que Él dice, con lo que tengo. Lo malo es no conformarme con lo que tengo y valorarlo como que me ha dado poco. A veces me puede entrar la tentación de dejarlo todo, porque como “no me sirve para nada…”. Me viene bien recordar esta frase de vez en cuando: “Soy un siervo inútil, he hecho lo que tenía que hacer”.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ana: Cariño, ¡Perdona otra vez!. Ayer la monté. Me puse como hacía tiempo que no me ponía. Parece mentira que me dejara llevar así… No lo entiendo. Rezo a diario, voy a la Eucaristía con frecuencia, me confieso cada 15 días… ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Tendré que rezar más rosarios? El Padre Pío rezaba un número incalculable de rosarios…
Paco: Ana, no te preocupes por lo de ayer. Ya te has arrepentido, te has confesado y me has pedido perdón. Sigue rezando cuanto puedas, pero sin exigirle a Dios que te dé nada a cambio. No merecemos nada. Todo son dones gratuitos, y gratuitos significa dignos de dar gracias. Sé agradecida por lo mucho que Dios te ha dado y no seas vanidosa de pretender ser más de lo que eres.
Ana: Tienes razón. No merezco nada. Bastante me ha dado ya Dios… Me creó, me hizo Su Hija, me redimió… Y además me ha dado un esposo maravilloso que me ayuda en mi camino espiritual ¿Qué más quiero?
Paco: Me enamora mucho de ti que reconozcas las cosas y te dejes guiar. Te quiero.
Ana: Yo sí que te quiero. Has hecho que recupere la alegría.

Madre,

San Juan Pablo nos decía que estamos demasiado atentos a las sensaciones, que nos engañan, y nos olvidamos de los dones, que están en lo más profundo de nosotros y requieren de una interiorización. Que sepamos valorar todo lo que Dios nos ha dado. Alabado sea el Señor, que ha sido grande y generoso con nosotros. Amén.

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