A “arremangarse”. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 2, 13-17

Jesús me dice: ¿Tu esposo/a es pecador/a? Pues «arremángate» que necesita ser sanado/a, yo quiero sanarlo/a y tú eres el medio que necesito.

EVANGELIO

No he venido a llamar a los justos, sino a pecadores
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 2, 13-17

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del mar; toda la gente acudía a él, y les enseñaba.
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dice:
«Sígueme».
Se levantó y lo siguió.
Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos, pues eran ya muchos los que lo seguían.
Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos:
«¿Por qué come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y les dijo:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».

Palabra del Señor.
Avisos:

  • Anuncio en Valencia: (Inauguramos ciudad!!) Viernes 25 de enero a las 20:30 en la parroquia de San Pascual Bailón.
  • Retiro en Sevilla: 15-17 de febrero en Betania. Infórmate aquí: http://wp.me/p6AdRz-1xN

(De los siguientes retiros no se han abierto las inscripciones. Informaremos más adelante)

  • Retiro en Madrid: 8-10 de marzo (Casa Oblatos)
  • Retiro en Barcelona: 15-17 de marzo (Casa de Espiritualidad María Inmaculada, Tiana)
  • Retiro en Cádiz (Chipiona): (Inauguramos ciudad!!!) 10-12 de mayo, Santuario de Regla.
  • Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio.

A “arremangarse”.

Jesús nos enseña, que el hecho de que mi esposo sea pecador, no justifica que me aparte de él, que le desprecie o le minusvalore. Jesús me viene a decir hoy con este Evangelio: ¿Tu esposo es pecador? Pues arremángate que necesita ser sanado, yo quiero sanarle y tú eres el medio que necesito. ¿Cómo ser mediación? Come con él/ella. Establece esa relación cordial, de amistad, de conversar juntos. Empatiza. Eso es lo que haría Jesús ¿no?

Jesús llama al recaudador que se enriquece extorsionando a otros, muchos de ellos pobres que no tendrían ni para vivir, a ese que seguramente todos evitarían cruzarse para no tener ni que saludarle. Y le llama para comer con él. ¿Elegiría yo ese compañero de comida? Probablemente el pecado de mi esposo no sea tan grave, y por mucho menos, le estoy negando la palabra. Pues no, si mi esposo fuese perfecto, no me necesitaría. Precisamente porque no lo es, me necesita, así que, os dejo que voy a “arremangarme”. Tengo a alguien muy importante que necesita mi ayuda.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Daniel: Necesito de tu dirección espiritual. Son temas contigo, pero tú eres la persona que mejor me conoce y nadie me puede ayudar mejor que tú. Pero ya sabes, te pido que trates esta conversación desde el punto de vista de dirección espiritual, no de esposa.
Mercedes (Esposa de Daniel): Muy bien. ¿A qué hora quedamos?
Daniel: Si te parece bien, a las seis.
(A las seis, se reúnen Daniel y su esposa para tomar un café y charlar).
Daniel: La cuestión es que siento que no me soportas especialmente en mis debilidades, y en mi pecado. Lucho mucho contra esos impulsos que tengo y que estoy intentando controlar, pero no soy capaz de dominarlos. Necesito tu ayuda, no tus desprecios que me hacen fijarme en tus debilidades para verte tan frágil e imperfecta como yo. Y entonces me pregunto ¿por qué siente ese rechazo hacia mí si ella es tan pecadora como yo? Ya sé que está mal, pero no sé, quiero que me respondas: ¿qué querrá Dios decirme en este momento? No busco tener razón o no, ni siquiera librarme de esas sensaciones, pero esto es lo que vivo, y busco la voluntad de Dios. Te necesito.
Mercedes: Te diría que Dios quiere que sigas intentando amar, que sigas luchando, porque la perseverancia es la clave. El que persevere se salvará, dice el Señor. Los sarmientos unidos a la Vid, son los que dan fruto. Lo demás, pueden ser sensaciones, malas interpretaciones, otras veces puede que tengas razón, pero comprende que yo también estoy en esa lucha, y últimamente me cuesta especialmente ser misericordiosa con la miseria de los demás. Sé que está mal, pero me pasa como a ti, que intento superarlo y no soy capaz. Y le pido a Dios que me ayude, y le lloro, pero nada. Tenemos que entender que somos limitados ambos y Dios quiere que nos amemos con nuestras limitaciones. Lo que no quiere Dios es que perdamos la Esperanza en que Él nos perdona y Él nos salva. Él hará posible nuestro amor.
Daniel: Gracias, Mercedes. Gracias por tu sinceridad, tu humildad y ese chute de Esperanza que siempre me das. Te quiero.
Mercedes: Gloria a Dios. Te quiero.

Madre,

Necesitamos ser sanados, todos los días. Nuestro matrimonio necesita ser sanado, todos los días. Envíanos la Gracia del Espíritu para que nos purifique y seamos capaces de amarnos como el Señor nos ama. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Un comentario en “A “arremangarse”. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 2, 13-17

  1. Sonia Gonez

    Que linda reflexión, me ayuda mucho en mi relación con mi esposo, también yo caigo en esos errores de despreciar a mi esposo, pero no lo hago concientemente, yo lucho por entenderlo; pero me doy cuenta por sus reacciones que lo he hecho sentir mal.
    Pido sus oraciones por nuestro matrimonio.
    Mi esposo se llama Carlos y yo Sonia.
    Gracias por este proyecto de apoyo a los matrimonios.

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