Archivo por días: 3 junio, 2018

¿Por qué era necesario que muriese? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 14, 12-16. 22-26

EVANGELIO

Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre
Lectura del santo evangelio según san Marcos 14, 12-16. 22-26

El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»
Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
«ld a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?»
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:
«Tomad, esto es mi cuerpo.»
Después, tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo:
«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».
Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos.

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones:

¿Por qué era necesario que muriese?

Hoy celebramos la solemnidad del Corpus Christi. Muchos se preguntan por qué era necesario que Cristo muriese en la Cruz. Hoy creo que el Espíritu me ha hecho dar un pasito más en la comprensión de este misterio. Un tesoro escondido, no tiene ningún valor. Adquiere valor cuando se entrega a alguien para que lo administre y genere riqueza con él. Igual que la lámpara aporta valor cuando se coloca en el celemín y no debajo de la cama. Los dones de Dios son así, el don terrenal más valioso que me ha dado Dios es yo mismo. Si me guardo este tesoro para mí, pierde todo su valor. En el momento en que me entrego, aporto lo mayor que tengo y por tanto genero vida con ello en esa medida.

La pasada es cuando se me entrega Dios, con la inmensidad de su grandeza. El valor de Dios es inimaginable para nosotros, inabarcable por nuestra mente. Y lo más grande es que ¡Se me entrega a mí! Se da a mí. Por mi limitación y mi pecado, me es imposible entender cuánto me ha dado Dios entregándose a mí. Y la pregunta es ¿Hay alguna forma de darse totalmente que no sea entregando la vida? No hay amor más grande, ya lo decía Cristo. Era necesario que Cristo diese su vida para darse a mí, para entregarme toda su grandeza hoy en la Eucaristía. Bendito y alabado sea por siempre!!

Aterrizado a la vida matrimonial:

Laura: No puedo entender lo que ha hecho. Ha intentado quitarse la vida. ¿Cómo es posible? Me habría dejado sola, tirando de la familia. No puedo perdonárselo.
Matrimonio Tutor: Laura, tu esposo se ha equivocado, se ha dejado arrastrar víctima de una llamada de socorro, de un “no puedo soportar más, mi vida no merece la pena”. ¿Entiendes lo que es que una persona no dé valor a su vida y esté dispuesto a tirarla en lugar de darla? Es el tesoro terrenal más grande que Dios le ha dado y eso es lo que tienes que ayudarle a descubrir, cuánto vale su vida para ti, tanto que estarías dispuesta a dar la tuya por amor a él. Tanto que Dios dio la Suya por él. Mírale con esos ojos que le dignifican, le reconocen su sacralidad, porque es tu esposo sagrado para Dios. Se ha equivocado, sí, pero eso no hace que se merezca despreciarlo, apartarlo, tirarlo. Dios sigue entregándose por él cada día. Ni más ni menos que Dios. Mira a Dios y pregúntale si quiere que te entregues por él y en qué medida.

Madre,

No hay mayor don de Dios Padre, que la entrega de Dios Hijo por mediación del Espíritu Santo que también se nos fue entregado. Yo no sé qué más queremos, de verdad. No caben las quejas, no cabe la tristeza, sólo cabe la alabanza y el agradecimiento. Sea por siempre bendito y alabado.