Archivo por días: 5 noviembre, 2017

Señaladores, no héroes. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 23, 1-12

EVANGELIO

Ellos dicen, pero no hacen
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbi”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbi”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor.

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  • Hoy 5 noviembre 11-16:30h. Templo de Ntra. Sra. de Lourdes y San Justino. C/ San Juan de Mata, 30 Renovación Carismática
  • 6 de noviembre (Lunes), 21h. Boadilla. Parroquia Santo Cristo de la Misericordia C/ Miguel de Unamuno, 10

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Señaladores, no héroes.

Toda exaltación de mí mismo es una forma de soberbia. A veces nos creemos mejores que otros sólo porque rezamos o vamos a misa, y descartamos a los que no lo hacen. El orgullo y la soberbia son el origen último de todo conflicto y causa de ruptura. Nuestra fe no es una ideología que separa, sino una experiencia de amor que une. En el fondo, todo viene de no amar suficientemente a Dios, reconocer lo mucho que me ama y que estoy aquí para hacer su voluntad, para construir Su reino, y no para lucirme o que me halaguen.

Toda la gloria debe ir para Dios, que es el autor de todo, origen y fin de todo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ramón: Marta, ¿Quieres hacer el favor de dejar el móvil al menos mientras te hablo?
Marta: No estoy con el móvil. Estoy rezando. Tú como no rezas, pues así te va. Yo hoy llevo 3 rosarios y he estado dando catequesis a los niños.
Ramón: Pues me parece muy poco coherente que reces tanto y no tengas ni la delicadeza de dejar el móvil cuando te hablo.
Marta: Es que, para escuchar otra vez lo del entrenador de tu equipo y todos esos rollos inútiles, no tengo tiempo, la verdad.
Ramón: Nada, nada, tú reza, reza…
(Por la noche, en el examen de conciencia, Marta se da cuenta de que ella no es más que él porque rece más)
Marta: Perdona Ramón. Tenías razón. No debía estar con el móvil mientras me hablas. Tú eres muy importante para mí.
Ramón: Eso sí me admira de ti. Que siempre reconoces las cosas y pides perdón.
Marta: No es cosa mía, es el Señor quien me lo hace ver y me empuja a pedirte perdón.

Madre,

Las personas que son de Dios, lo demuestran porque no se ensalzan a sí mismos, sino que ensalzan a Dios. Siempre señalan al que le pertenece toda la gloria. Alabado sea mi Señor.