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Dios ha curado. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 1, 47-51

EVANGELIO
Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre

Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor.

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Dios ha curado.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Hoy celebramos el día de los Arcángeles: Rafael, Gabriel y Miguel, de ahí que el Evangelio del día nos presente el momento en que Jesús hace referencia a los ángeles diciendo: “veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.

Sí, teniendo fe, veremos el cielo abierto y los ángeles, esos que Dios ha creado para ayudarnos. De los tres que celebramos hoy, nos fijaremos en Rafael, en hebreo Réja-el significa «Dios ha curado» o «medicina de Dios». Es el patrono de los viajeros y de los médicos. Acompañó a Tobías en su viaje a Ragués, en Media, a casa de Ragüel, padre de Sara, la que sería su mujer. Rafael le guio por el camino y le mostró remedios para curar: la hiel, el corazón y el hígado de un pez. Además, la tradición le considera el autor del movimiento de las aguas de las piscinas de Bethesda, donde metían para curarse los enfermos en tiempos de Jesús, cuando éstas se ponían en movimiento.

Pero a nosotros nos gusta reconocerle el mérito de sanar y hacer posible el matrimonio. Sara, la que se convertiría en mujer de Tobías, tenía un demonio llamado Asmodeo, que mataba a todos aquellos que intentaban casarse con ella. Llevaba ya siete maridos muertos. Entonces, Rafael da las instrucciones a Tobías para que su matrimonio se llevara a cabo. Quemó el corazón y el hígado de pez para ahuyentar al demonio y rezaron juntos al Señor, también por indicación de Rafael. Después de bendecir a Dios, dijo Tobías la siguiente oración: “Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer, para sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los hombres. Tú mismo dijiste: No es bueno que el hombre se halle solo; hagámosle una ayuda semejante a él. Yo no tomo a esta mi hermana con deseo impuro, mas con recta intención. Ten piedad de mí y de ella y podamos llegar juntos a nuestra ancianidad. Y Tobías y Sara se unieron por la gracia de Dios.

¿Es o no Rafael el Arcángel que sana el matrimonio?

Madre:
Nos encomendamos a Rafael para que nos oriente también en el camino para hacer posible nuestro matrimonio y ahuyentar todos los demonios. Seguimos sus instrucciones de rezar juntos con la oración que en su día pronunció Tobías. Damos gracias a Dios por este Arcángel. Bendito sea el Señor por siempre, que tanto nos da para nuestra salvación, gloria a Él por los siglos. Amén.